domingo, 13 de junio de 2010

ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA

Enseñar filosofía, dentro del modelo por competencias, representa uno de los retos más difíciles de alcanzar, ya que por la naturaleza de la asignatura, muchos de sus contenidos son puramente teóricos. Sin embargo, la filosofía, aún en su forma tradicional, es una de las materias más apasionantes que puede disfrutar un estudiante de bachillerato.
Las formas de enseñanza que más se sugieren son las siguientes:
1. Abordar la filosofía desde y hacia la perspectiva de otras ciencias. De acuerdo con Monserrat Galcerán "Abrir la filosofía a otros saberes es condición de su existencia y requisito imprescindible de su vitalidad" (1). Es devolver a la filosofía su estatus de "madre de las ciencias". Implica convertirla en materia fundamental e importante para cualquier disciplina que interese a los jóvenes. Es, en pocas palabras, hacer de la filosofía punto de partida y aterrizaje de todas las ciencias.
2. Filosofar fuera del aula. Es provocar en el alumno una actitud filosófica que le permita llevar su reflexión a cualquier parte. El alumno debe aprender que la filosofía es una forma de vida, exclusiva del ser humano. Debe orientar su pensamiento en el acontecer diario y compartir sus reflexiones en el aula y fuera de ella.
3. Investigación de la experiencia vivida (2). Es el punto de partida del análisis filosófico. El alumno aprende desde su realidad, desde lo más cercano, desde su vida misma. A partir de ahí, por su experiencia es fácil que aborde temas como la libertad, la responsabilidad, la existencia, Dios, etc.
4. La lectura de los clásicos (3). Aparentemente se trata de una forma tradicional de estudiar, pero acercarse a los clásicos es abrir el debate que ellos dejaron inconcluso y evitar discusiones que ya fueron superadas por los filósofos.
5. Implementación de la enseñanza a la situación cotidiana concreta (4). En este punto, la imaginación y creatividad del docente es imprescindible. El maestro debe buscar situaciones reales en las que el alumno utilice las ideas filosóficas para interpretar la realidad y, de ser posible, buscar soluciones concretas.
6. Exposición de películas y vídeos. El cine representa una veta inagotable de ideas filosóficas y formas de interpretar la realidad. Por lo mismo, el maestro debe seleccionar cintas y guías de reflexión que abran el debate filosófico entre sus alumnos.
7. Modo de filosofar adolescente (5). Es papel del docente adaptar, seleccionar y profundizar en los temas que más preocupen a los jóvenes para despertar su interés por la discusión filosófica.
8. Uso de las nuevas tecnologías. Cualquier tipo de tecnología, especialmente las tecnologías de la información, deben aprovecharse para la enseñanza de la filosofía; por ejemplo, las webquest, los blogs y páginas de filosofía deben promoverse entre los alumnos para que todos participen en el debate de ideas.
9. Creación a partir de la filosofía. Conectar filosofía y arte es una forma de interesar a los alumnos en el estudio y la reflexión filosófica. A través de la literatura, principalmente, se puede lograr una mejor interpretación de la realidad y, viceversa, a partir de la filosofía se pueden crear obras artísticas y literarias.
Como hemos visto, son muchos los métodos que podemos utilizar para interesar a los alumnos en la reflexión filosófica y, sobre todo, hacer de ellos unos verdaderos filósofos o pensadores de su tiempo. Sólo así, haciendo uso de la filosofía, los jóvenes podrán intervenir acertadamente en su realidad.
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(1) Monserrat Galcerán (Profesora de filosofía de la UCM). http://www.filosofia.net/materiales/num/num11/num11d.htm
(2) Graciela Hierro. http://www.anuies.mx/servicios/p_anuies/publicaciones/revsup/res024/txt2.htm
(3) Ibid.
(4) Ibid.
(5) Marina José Antonio http://aprenderapensar.net/2009/01/28/hello-world/

sábado, 5 de junio de 2010

¿EL APRENDIZAJE ES ALGO TAN TRIVIAL QUE SE PUEDE OBSERVAR Y MEDIR CON BASE EN UNAS SIMPLES PREGUNTAS A PROPÓSITO DE UNOS CONTENIDOS CUALESQUIERA?

No. El aprendizaje, como hemos visto, es lo más importante. Para observarlo y medirlo adecuadamente debemos considerar la transformación del alumno. Lo que sucede es que no sabemos evaluar, y no hemos aprendido a evaluar, porque ignoramos la verdadera esencia del aprendizaje.
Señala Xavier Vargas: “Sabemos que al aprender, el ser humano se transforma, si no fuera así, la evolución y la civilización no se explicarían”. Entonces, el resultado del aprendizaje es la transformación y, por lo tanto, la evaluación del aprendizaje debe ser la medición del grado de transformación del alumno.
Añade el mismo autor que “bajo esta concepción educativa superficial y generalizada, si los estudiantes pueden reproducir los contenidos en los términos que el maestro dice haberlos mediado, se da por exitoso el proceso; poco importa la modificación estructural y por tanto personal”. Esto deja en claro nuestra falta de preparación para la aplicación de un sistema de evaluación que nos deje ver el avance y, sobre todo, la transformación del alumno.
Valorar el aprendizaje de los estudiantes requiere la formulación exhaustiva de técnicas y reactivos que permitan medir su grado de transformación como persona y no tanto el conocimiento de contenidos que, como sabemos, se olvidan fácilmente con el tiempo.

CONCEPCIONES DE APRENDIZAJE, CONGRUENTES CON EL ENFOQUE POR COMPETENCIAS

Después de leer el cuadro de Pere Marqués y comparar las concepciones de aprendizaje, creo que el modelo por competencias tiene su fundamento principal en el constructivismo que, apoyado en el aprendizaje por descubrimiento y la psicología cognitiva, pretende lograr un aprendizaje significativo.
Los tres estadios de desarrollo cognitivo, propuestos por Piaget: sensorio-motriz, operativo-concreto y operativo-formal, sientan las bases para el cambio en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Tomar en cuenta las capacidades, los conocimientos previos y la interacción con el medio, implica el abandono de esquemas conductuales y la apropiación de un modelo que logre adaptar al estudiante con el medio y le permita transformarlo. Tal es el “modelo por competencias”.
Para lograr su funcionalidad, el modelo por competencias debe basarse en el aprendizaje por descubrimiento, puesto que, sólo la experimentación con la realidad facilita la comprensión del medio, la aplicación y ampliación del conocimiento. De igual modo, una planeación por competencias debe basarse en las propuestas de la psicología cognitiva, a través de proyectos que despierten el interés y permitan la ejecución práctica del conocimiento.
Todo lo anterior, facilitará el Logro del aprendizaje significativo, mismo que deriva en la adquisición y uso adecuado de los conocimientos. Y todo esto, no es otra cosa más que el modelo por competencias.